domingo, 21 de octubre de 2007

Siguiendo al loco


No todo en televisión es malo. Afortunadamente hay excepciones y se puede encontrar gente con intención de hacer cosas cuanto menos, decentes. Jesús Quintero es una de esas personas a las que admiro, al igual que me pasa con Chiquito de la Calzada, porque la gente con personalidad es mi preferida, para bien o para mal, y a pesar de que muchos quieran tirar por tierra la imagen de ciertos personajes mediáticos, como ha sido el caso, lo que es auténtico siempre prevalecerá.
Su programa no era muy original que digamos, entrevistas a diferentes personajes con alguna que otra actuación en directo o "performance" del invitado en cuestión, todo bajo una atmósfera muy íntima y personal y lo que es más excaso en nuestros días, con respeto. La naturaliadad y el carácter tranquilo de Quintero hacía que sus invitados se soltaran la lengua y charlaran con más o menos sinceridad sobre cualquier tema, incluso cuestiones personales de las que no solían hablar en otros programas. Bajaba de la luna a los astronautas, o bien, subia al trono del rey a los más desfavorecidos. Porque Jesus Quintero es una persona bastante estimada por la mayoría, menos por sus jefes, y por ese motivo entre otros, le borraron del mapa y le mandaron de nuevo al exilio de la televisión andaluza, que a él le encanta, dicho sea de paso.
Mientras, los que antes nos gustábamos con sus entrevistas o escuchando esos versos que el jeta soltaba al final del programa (no sé si serían de mucha calidad poética pero a mi me llegaban que daba gusto) nos tendremos que joder y conformarnos con ver Mira Quién Baila o programas de ese tipo que tanto se estilan. Que le den la razón a los locos.


Rubén mp

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